Góngora: para no dejarlo "en soledad"
Para no dejarlo "en soledad", facilitamos otro retrato anecdótico del poeta cordobés (1561-1627), máximo exponente de la tendencia lírica cuyo nombre procede del suyo: gongorismo.
1.
Era hijo de
una dama de la nobleza llamada Leonor de Góngora y de un juez del Santo Oficio,
Francisco de Argote.
2.
Su
inteligencia y sus cualidades lingüísticas hicieron que su tío, racionero de la
Catedral de Córdoba, le ayudará económicamente para que se marchara a estudiar
a Salamanca y también para que ejerciera como canónigo del mencionado templo.
Sin embargo, en más de una ocasión fue amonestado por el obispo por componer
versos satíricos y por no realizar adecuadamente sus obligaciones.
3.
Consiguió un
gran prestigio y relevancia en su época dentro del ámbito de la poesía, tanto
así que incluso el propio Miguel
de Cervantes le admiraba.
4.
Su mencionada
obra poética Soledades, se
convirtió en insigne dentro de su bibliografía y en foco de polémica. Y es que
pasó a ser tema de debate, ocasionando que se formarán una legión de fans y
otra de detractores entre sus autores contemporáneos. En el primer grupo se
encontraba, por ejemplo, sor Juana Inés de la Cruz, mientras que en el segundo
estaban ilustres plumas como Lope de Vega o Francisco de Quevedo. Un escritor este último con el que mantuvo una sonora enemistad durante
toda su vida, ya que el cordobés acusó a ese de imitar su poesía utilizando un
seudónimo. Fruto de ese enfrentamiento constante surgieron un sinfín de
leyendas y de versos singulares como el famoso “era un hombre a una nariz
pegado…”, con el que Quevedo se burló del prominente apéndice nasal de Góngora.
5.
Le encantaban
los juegos de cartas, la música y la tauromaquia.
6.
Sus sátiras,
sus poemas extensos y originales o incluso las singulares metáforas que
realizaba fueron en más de una ocasión criticadas duramente, llegando al punto
de que muchos las tildaran de incomprensibles. Sin embargo, en lugar de sentirse
herido, Luis de Góngora se mostraba satisfecho por eso y lo expresaba con
frases como estas: “Honra me ha causado hacerme oscuro a los ignorantes, que
esa es la distinción de los hombres cultos”.
7.
Una de las
singularidades que rodean a la figura de este autor que nos ocupa es que muy
pocas fueron las obras que llegó a publicar, las mismas fueron pasando de mano
en mano a través de lo que eran copias manuscritas.
8.
A pesar de
ser un referente en la época que le tocó vivir, tuvo etapas de absoluta pobreza,
entre otras cosas, porque le gustaban ciertos lujos y porque pagaba prebendas y
favores de todo tipo para sus familiares cuando lo necesitaban.
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario aquí