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Mostrando entradas de enero, 2019

Quevedo, "Definiendo el amor": propuesta de comentario de texto.

Es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente, es un soñado bien, un mal presente, es un breve descanso muy cansado.   Es un descuido que nos da cuidado, un cobarde con nombre de valiente, un andar solitario entre la gente, un amar solamente ser amado. Es una libertad encarcelada, que dura hasta el postrero paroxismo, enfermedad que crece si es curada.   Éste es el niño Amor, éste es tu abismo: mirad cuál amistad tendrá con nada él que en todo es contrario de sí mismo.   Pasos a seguir: 1)  Lectura comprensiva .  Lee el texto cuantas veces sean necesarias hasta entenderlo completamente y hacerte una idea del  asunto general  que trata.  Busca en el  diccionario  todas las palabras cuyo significado no te resulte completamente claro, interesándote sólo por la  acepción  que conviene al texto.  Debes  comprender  el texto, pero  no  tratarás de  interpretarlo  todavía.  Numera  los versos. 2) Localización: Señala el  género literario  

Lope de Vega, "Soneto 126"

Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso; huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor suave, olvidar el provecho, amar el daño; creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño; esto es amor, quien lo probó lo sabe. *** Este poema es un bello ejemplo de artificio literario elevado a unas cotas de tensión estética simplemente increíbles y a duras penas concebibles. De lo dicho, bien podemos creer que cuando Lope explica qué es el amor, en realidad habla de sí mismo y su experiencia. No es una elucubración teórica intelectualizada, sino una reflexión teñida de melancólicos recuerdos, no todos positivos. Lope utiliza el formato del soneto para asediar la s

El Siglo de Oro de las polémicas literarias

Los siglos XVI y XVII fueron para España dos centurias irrepetibles. Una época –a diferencia de la actual–, en la que todos sabían cual era su sitio; como dijo cierta reina: “los capitanes en los cuarteles, los prelados en sus iglesias y los asesinos en la horca”. Una edad de bachilleres lúbricos y de novicias emparedadas, de hidalgos malcomidos y de matasietes a sueldo; y también, de poetas inmortales que hermosearon con tal rotundidad los días que les tocó vivir, que desde entonces, ese tiempo, ha sido llamado: el Siglo de Oro. De estos últimos quiero hablarles hoy –y con permiso de  Miguel de Cervantes Saavedra  y de  Félix Lope de Vega –, centraré el artículo en  Luis de Góngora  y en  Francisco de Quevedo  y por supuesto, en la legendaria enemistad que unió sus firmas por los tiempos en la memoria literaria española. Luis de Góngora y Argote  (1561-1627) fue un presbítero cordobés cuyo particular empleo del lenguaje creó escuela: el culteranismo. Esta línea de escritura –

Góngora: para no dejarlo "en soledad"

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Para no dejarlo "en soledad", facilitamos otro retrato anecdótico del poeta cordobés (1561-1627), máximo exponente de la tendencia lírica cuyo nombre procede del suyo: gongorismo. 1.       Era hijo de una dama de la nobleza llamada Leonor de Góngora y de un juez del Santo Oficio, Francisco de Argote. 2.       Su inteligencia y sus cualidades lingüísticas hicieron que su tío, racionero de la Catedral de Córdoba, le ayudará económicamente para que se marchara a estudiar a Salamanca y también para que ejerciera como canónigo del mencionado templo. Sin embargo, en más de una ocasión fue amonestado por el obispo por componer versos satíricos y por no realizar adecuadamente sus obligaciones. 3.       Consiguió un gran prestigio y relevancia en su época dentro del ámbito de la poesía, tanto así que incluso el propio  Miguel de Cervantes le admiraba . 4.       Su mencionada obra poética  Soledades , se convirtió en insigne dentro de su bibliografía y en foco de polém

De lápiz en lápiz: anécdotas quevedianas

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El 14 de septiembre de 1580 nacía uno de los escritores más influyentes del Siglo de Oro. Escribió 875 poemas, pero también cultivo la prosa con obras como El Buscón. 1) Mariana de Austria Un día, los amigos de Quevedo dijeron que no era capaz de llamar coja a la reina. Quevedo dijo que era capaz además de hacerlo sin enfadarla por lo que sus amigos doblaron apuesta según cuentan: "Mil dineros pusieron sobre la mugrienta mesa y si Quevedo ganaba, recibiría otros mil del Marqués de Calatrava". Finalmente Quevedo acudió a la audiencia real y ante la multitud que allí se encontraba dijo: "Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja". 2) La calle del codo Francisco de Quevedo era un hombre de costumbres. Una de ellas era mear cada noche en la estrecha calle del Codo. Uno de los vecinos, harto del comportamiento del escritor pintor una cruz en la pared con la leyenda «No se mea donde hay una cruz». Él contestó con otra frase: «No se coloca

Lope de Vega y Miguel de Cervantes: una perenne enemistad

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Cervantes y Lope de Vega  son dos genios de nuestra literatura. El primero ha escrito la obra más traducida después de la Biblia. El segundo firmaba autógrafos por las calles en el siglo XVII. Fueron  vecinos , se admiraban el uno al otro, pero también  rivalizaban . Pasaron de alabarse en público a criticarse en las letras de sus obras...  ¿por qué se llevaron tan mal Lope de Vega y Cervantes? "En un primer momento, Cervantes y Lope de Vega (que era quince años más joven que Cervantes),  se llevaban bien, y ambos se alabaron mutuamente en distintos poemas laudatorios , lo que indica que sentían cierto respeto el uno por el otro. Pero  a partir de 1602, se enemistaron,  y los halagos fueron sustituidos por los ataques, especialmente por parte de Cervantes hacia Lope." Nos lo cuenta  Alfonso Martín Jiménez, Catedrático de la Universidad de Valladolid. Antonio Rey Hazas, de la Universidad Autónoma de Madrid  asegura que "Su rivalidad nacía, entre otras cosas,

Cervantes, ese ilustre desconocido.

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Nació en Alcalá de Henares (Madrid), es autor del  Quijote , llevaba gola, era manco y murió un 23 de abril. Poco más se suele saber de Miguel de Cervantes —y al menos dos de estas afirmaciones son falsas . Ha llegado la hora de rascar un poco más para (re)descubrir a quien allá por el siglo XVII escribió sobre aquel lugar de la Mancha en cuyo nombre nadie se pone de acuerdo. A continuación, 15 curiosidades desconocidas sobre Miguel de Cervantes Saavedra: 1. Su partida de bautismo se salvó  de milagro Durante la Guerra Civil Española, la iglesia de Alcalá de Henares donde bautizaron a Miguel de Cervantes fue asediada. Por suerte, poco antes, el cura de la parroquia había rescatado su partida de nacimiento y la había guardado en una caja de galletas metálica que un amigo soldó y metió en un pozo, donde permaneció encerrada durante tres años. El documento quedó intacto y muy pocas veces ha salido del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, pero ahora se expone en la muestra  D